Este verano, el cielo nocturno regalará uno de los espectáculos más mágicos: las perseidas, también conocidas como Lágrimas de San Lorenzo. Esta lluvia de meteoros, una de las más intensas y conocidas del año, podrá verse con mucha claridad desde el Parc Astronòmic del Montsec, siempre que las condiciones meteorológicas acompañen. El Astronòmic, que en 2020 ganó el premio Starlight a la categoría de Educación y Difusión de la Astronomía y el Cielo Oscuro, es el mejor lugar de Cataluña para observar el cielo nocturno y disfrutar de la luz de las estrellas.
Esta lluvia de meteoros comenzó hacia el 17 de julio y terminará el 24 de agosto. Según los expertos del Astronòmic, “este año, con la Luna serán muy visibles a finales de julio y primera quincena de agosto. Sobre todo pasada la medianoche y mirando hacia su radiante en la constelación de Perseo, situada en el noreste”. En cuanto al momento de máxima actividad, “esperamos el pico en la noche del 12 al 13 de agosto, pero los días anteriores y posteriores ya se verán muchos en el cielo. Sobre todo en los días anteriores que tendremos muy poca Luna”. Durante esta noche podrán verse entre 50 y 100 meteoros por hora, en condiciones ideales de visibilidad.
Pero, ¿qué son las perseidas y por qué suceden?
Las perseidas son una lluvia de meteoros que se produce a principios de agosto. Es una de las lluvias de estrellas con mayor intensidad de todo el año y la más conocida puesto que se produce en una época muy agradable para disfrutar del cielo nocturno.
Su origen se encuentra en el paso de un cometa llamado Swift-Tuttle que, hacia los años 90, viajó por el sistema Solar interior, donde se encuentran el Sol y los planetas rocosos como la Tierra. Al pasar por esa zona, como consecuencia del calentamiento por la proximidad al Sol, liberó partículas de polvo que quedaron dispersas por el espacio. La Tierra cruza esta zona cada año hacia principios de agosto y estas partículas entran en nuestra atmósfera y, como resultado, producen estas colas brillantes que llamamos estrellas fugaces.
Según apuntan desde el Astronòmic, “normalmente son partículas de polvo de la dimensión de un grano de arena, pudiendo llegar al tamaño de una piedra que cogemos con la mano. Al entrar en la atmósfera de la Tierra se empiezan a calentar por el rozamiento con el gas y se acaban desintegrando, por lo que se convierten en colas brillantes que duran desde centésimas de segundo a un par de segundos, dependiendo del tamaño. Como parecen estrellas que caen al cielo se llaman “estrellas fugaces” pero el nombre científico sería “meteoros”.
Las perseidas se ven en el hemisferio norte, en la constelación de Perseo, situada en el noreste. Esta constelación sale sobre las 2:00 h de la madrugada, momento en el que se pueden observar con mayor intensidad. Según los astrónomos del parque, “la mejor forma de observar las perseidas es a simple vista, sin telescopios, tal y como hacemos nosotros en las visitas nocturnas. En la parte que hacemos exterior vemos el cielo a simple vista y aprovechamos para explicar este fenómeno y localizar la zona del cielo donde más se ven”.